En entradas anteriores, que linkeo
acá y
acá tambíen algunos comentadores (¡rara avis en este blog!) me preguntaban o expresaban sus opiniones sobre el por qué de este espacio. En una época donde abundan los textos, los discursos o los actos con significados subliminales o deshonestamente ocultos, creo que es necesario explicitar el "contrato" con el lector, aunque suene pedante.
Motivos:En realidad, hago con el blog lo que me surge en el momento. Posteo lo que tengo ganas porque me gusta ver o hablar de ciertas cosas. Uno en su casa tiene en las paredes los cuadros que le gustan, no los que cree que agradarán al visitante. No me importa si hago un chiste privado, o si a veces aludo a literatura que ya no se lee. Si alguien se prende, mejor, pero el principal destinatario soy yo. Vengo a ser el caso opuesto de otros bloggers valiosos y honestos (pienso rápidamente en dos ejemplos, tales como
il corvino y
natanael) que escriben, creo, para comunicar claramente una idea, en fin, para ser leídos y comprendidos.
Me pueden acusar de pereza intelectual, es cierto, pero lo que hago me causa placer.
Nombre del blog (transcribo un comentario previo):
Obviamente, fue tomado del libro de Stendhal, pero, más allá de que la novela es monumental, el título me viene girando en la cabeza desde hace años, incluso antes de leer la obra. Es de esas frases que te quedan adheridas sin que sepas mucho por qué. Entiendo que es un poco maniqueo, en el sentido de "lo bueno y lo malo", "lo lindo y lo feo", pero tiene la ventaja de que la connotación de cada término depende del lector. Es cierto que uno tiene asociado el negro con lo oscuro, lo ominoso, pero eso no es algo absoluto ni universal, de forma que queda la ambigüedad sobre cuál es el término al que hay que asignarle un valor positivo, o, más rico todavía, si realmente hay una oposición. Un poco lo que le pasaba al protagonista de la novela: ¿le rouge ou le noir?
That is the question.