
Ingrid, ícono total, tiene un glamour, sobre todo en esta peli de Hitchcock, que más quisieran poseer las actrices / modelos / vedettes de hoy.
Las modernas podrán ser más eróticas, mostrar más o más atrevidas, y podrán volarte la cabeza, pero nunca llegarán a tener esa aura misteriosa, como de diosa encarnada, que emanaban las actrices clásicas. Piensen, si no, en Grace Kelly vestida por Edith Head, en la Garbo, o aún en Bette Davis joven (que tenía una cara fea) y díganme si no arden de deseo.