jueves, septiembre 20, 2007

Estoy leyendo demasiado a Lovecraft


En el bosquecito que está detrás de mi casa de campo descubrí una piedra que creo que antes no estaba allí. Es un bloque irregular de granito, y tengo la impresión de que algunos de sus ángulos no son naturales, de que alguien los talló a los golpes. Me hace acordar a esos altares en los que los druidas de la antigua Bretaña celebraban sus ritos. Seguramente fue usada como mesa por algún acampante, ya que su superficie tiene una manchas rojo amarronadas, como si alguien hubiera vertido un líquido y lo dejara secar. Una de estas noches invernales, creí ver luces en el bosquecito; seguramente los faros del auto de alguien que extravió el camino. También me pareció escuchar voces graves cerca del muro posterior de mi casa. Unas semanas atrás esto no me hubiera preocupado, porque a la noche solía soltar a mis perros de manera que nadie se atreviera a trepar la pared y entrar a mi jardín. Pero hace unos días que no los encuentro; luego de una noche particularmente oscura no aparecieron en la puerta trasera por la mañana a reclamar su desayuno. A partir de entonces los ruidos nocturnos en el bosquecito han aumentado.
Hoy cuando anochezca, buscaré mi linterna, e iré hacia el bosque.

1 comentario:

Andy W dijo...

cómo sigue? no nos dejes colgados!